Volver... a los mismos estereotipos
"I grew up in a place called Alcobendas, where this was not a very realistic dream (...) Thank you so much and I have to say something in Spanish because everyone... Todos los que desde España estén compartiendo este momento conmigo y sientan que esto también es de ellos, se lo dedico y a todos los actores de mi país, muchísimas gracias, thank you so much!"
Discurso de agradecimiento por el Oscar, Penélope Cruz
El cine, ese mundo de sueños dominado a la perfección por los americanos y representado por una ciudad, Hollywood. La noche de la ceremonia de los Oscar, las luces del Teatro Kodak llegan a todo el mundo e iluminan a los que han llegado a lo más alto. Una noche, en la que es difícil triunfar con un apellido como Cruz o un nombre como Javier o Pedro. Y sin embargo, ellos lo consiguieron pero, ¿de qué forma?Penélope Cruz ha sido el mayor ejemplo de cómo hacer de un estereotipo un motivo para triunfar. Penélope es la mujer morena, de ojos oscuros, que habla español en la gala de los Oscar y que le da a los americanos lo que les gusta, una simplificación de la realidad. Desde "La niña de tus ojos", pasando por "Volver" y hasta su oscarizado papel de María Elena en "Vicky, Cristina, Barcelona", ha encarnado a la mujer que, se supone, representa lo más español. Penélope, parece salida de uno de los enormes murales que pintó Sorolla para la Hispanic Society of America. El pintor valenciano retrató los tópicos de diversas regiones españolas para mostrarlos al mundo anglosajón (dicho sea de paso, estos murales pueden visitarse hasta mayo en el Museu Nacional d'Art de Catalunya de forma gratuita), haciendo una representación generalista de la sociedad española.
Los seres humanos tenemos casi una necesidad innata de clasificarlo todo y, para ello, necesitamos elementos distintivos que nos ayuden. Nos gusta pensar que los ingleses son puntuales, los alemanes eficientes; a ellos, les divierte que los españoles esten siempre de fiesta. La realidad, por supuesto es mucho más compleja pero no vende, y sólo hay que ver la ceremonia de los Oscar. Quizá, una Penélope rubia, de ojos azules y que nunca hubiera vestido de gitana, nunca hubiera llegado a lo más alto. Y es la magia de nuestro cine, que nos intenta mostrar diversas realidades, pero siempre deslumbrado por las cegadoras luces del teatro Kodak.
1 Comment
Nosotras podemos pasar por superestrellas mediterráneas, no? morenas con este cuerpo serrano xD ajajaja
Posted on 2 de marzo de 2009, 6:45
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